CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA MÁS QUE PALABRAS.
Como profesionales de los Servicios Públicos responder a la Violencia Machista es nuestra responsabilidad.
Lo que esconde la negación de la violencia de género
La violencia de género, desde el punto de vista de la construcción de la identidad de las mujeres, es entendida como un menosprecio o denegación de reconocimiento. De manera que la violencia del menosprecio lleva a la falta del reconocimiento. En estas circunstancias es cuando se produce la violencia de genero individual, que ataca directamente a las mujeres que la sufren, dando lugar a una percepción negativa de su identidad y de su situación, circunstancias que se agravan por la ausencia de una respuesta proporcional por parte de la sociedad ante la agresión y la injusticia que están sufriendo.
La razón por la que la sociedad no afronta la violencia de género se encuentra en la intención de desvincularse de la realidad social de la desigualdad y la violencia. Es preferible justificar o contextualizar en casos individuales que reconocer que cada día mueren miles de mujeres en todo el mundo. Enfrentarse a la violencia de género es confrontar con una cultura patriarcal que se ha perpetuado a lo largo de los siglos, discriminando a las mujeres.
La violencia de género cuenta con la normalidad impuesta por una cultura androcéntrica para justificarla y retenerla en el hogar, como si se tratara de una circunstancia más de la vida en pareja. Ninguna otra violencia lleva a sus víctimas a decir del agresor «me pega lo normal», o a justificarlo comentando que «yo le he dado motivo para que me agreda». Ninguna otra violencia cuenta con un tanto por ciento de la población que dice que «es aceptable en algunas circunstancias». Tampoco ninguna otra violencia encuentra una justificación en el alcohol, las drogas, los trastornos mentales, las enfermedades psíquicas o en las emociones para llegar a explicar, incluso, los homicidios. Y en ninguna otra violencia los agresores y asesinos cuentan con el amparo de la pasividad de la propia familia de la mujer asesinada, cuando dicen eso de «sabíamos que la maltrataba, pero nunca pensábamos que la iba a matar».
No es de extrañar ante estas circunstancias que cada año se produzcan en España casi 600.000 casos de mujeres maltratadas y que sólo se denuncie un 22% como tampoco resulta extraño que entre las mujeres asesinadas sólo alrededor de un 20% hayan denunciado la violencia que venían sufriendo, y que las ha conducido hasta la muerte a través de ese homicidio.
Es cierto que la sociedad es más crítica y que ya se identifican como machistas determinadas expresiones o actitudes, pero cada día el post machismo utiliza argumentos para reforzar sus posiciones y mientras no se tome conciencia y se desmonten estas mentiras, la desigualdad seguirá existiendo y la violencia continuara cobrando víctimas. En estos días, más que nunca, debemos tener las alarmas puestas para desmontar los discursos neo machistas que quieren que la desigualdad sea legítima. La negación de la violencia de género esconde una trampa mortal.
Luz Martinez Ten, Sª de Mujer y Políticas Sociales de FeSP-UGT